En facebook se cuelgan muchas frases, pero no siempre quien las cuelga, quien
las comparte o quien les pone un “me gusta”, es capaz de reflexionar acerca de
lo que está colgando o compartiendo. De sacar todas las consecuencias de lo que
se cree creer.
El
otro día vi una de esas. Y tenía muchos “me gusta”.
Hablaba de que no nos educan para la paz, no nos educan para la felicidad. Nos educan para competir.
Vendría
a decir que la paz y la felicidad no son compatibles con la competencia. Competir
es ponerse frente a otro para demostrar que uno es mas grande, mas listo, mas
fuerte, mas hábil, mas lindo, mejor que ese otro.
Ya
vemos.
También estamos
hablando de jugar al ajedrez, al poker, al scrabble.
(He
dejado de jugar a cualquier juego que implique ganar, competir con otro para
ver quien es mejor, humillar o desconfirmar al otro).
Estamos
hablando de basket, de boxeo, de fórmula 1, de futbol.
Y mas de futbol
Estamos
hablando de concursos de belleza, de cata de vinos, de perros.
Algunos
se escudan en el “yo juego para divertirme”, pero siempre se juega para ganar.
Algunos
dicen “no importa ganar, lo que importa es competir”, pero siempre se compite para
ganar.
Los
mundiales de futbol se juegan cada cuatro años, lo mismo que las olimpíadas.
Para no superponerse se juegan en años pares alternos, de manera que cada dos
años tenemos o una olimpíado o un mundial de futbol.
Una
guerra mundial cada dos años.
Todos
los países se preparan para competir con los otros países, para ganarle a los
otros países, para dejar claro que “nosotros somos mejores que ellos”, que
jugamos mejor al futbol, que saltamos más alto, que nadamos mas rápido. ¡Viva
Argentina!, ¡Viva España!, ¡Viva Camerún! Humillemos a los demás.
(Hace ya
bastante tiempo que los conceptos de "nación" o "patria"
han dejado de tener algún valor emocional, psicológico o de cualquier otro tipo
para mi).
La
exaltación del nacionalismo, del sentimiento
de pertenencia a algo que nos hace distintos, tal vez únicos, mejores. La
reafirmación del "nosotros" y "ellos" en la confrontación
del nosotros "contra" ellos. El refuerzo del concepto de fronteras.
(Ni
siquiera me siento "internacionalista" porque es seguir dando entidad
al concepto de nación. Estamos juntos pero cada cual sigue
siendo un "nosotros" diferenciado de "ellos", con quienes
nos juntamos. Nacer en un lugar o en otro proporciona características
distintas, cultural y socialmente condicionadas. Pero cuando saltamos mas allá
del anecdotario nos encontramos que todos somos iguales, que todos libramos
nuestra batalla personal en el mundo por ser felices).
Y
de las fronteras dentro de las fronteras: los distintos campeonatos nacionales, entre provincias, entre ciudades, entre barrios.
Y
de las fronteras dentro de las fronteras dentro de las fronteras: yo soy mejor
que vos, más fuerte, más lindo, más inteligente, más apto, más astuto…
Relaciono
todo esto con la necesidad de tener razón. La necesidad de demostrar que mi
punto de vista es mejor que el tuyo.
Renuncio
a seguir las competencias deportivas,
renuncio a jugar a cualquier juego con el objetivo sea vencer a otro, renuncio a tener razón.